Letter from Ottone Rosai addressed to Mino Maccari. Dated : 30 December 1940, Firenze. Dimensions: 23x14 cm. Good conditions, except a little missing parts lower left and in the mid-right. Ottone Rosai partecipated as a young boy to the activities of the Futurist group, but his personality was fully expressed only after the war (to which he was also involved, fevering futurist ideas). He took his inspiration from Cézanne's work among the Moderns and Giotto and Masaccio among the Ancients. He has produced a repertoire of humble scenes: workers at the tavern, small streets between walls, scenes of everyday life. On the one hand this style has given him a certain mistrust of criticism, but on the other hand he must be recognized the ability to escape any rhetoric when it was not easy to do so. In fact, in the letter addressed to Mino Maccari, an old friend and colleague who he knew in 1925 with whom he had collaborated, he writes, “Bisogna solo guardarsi da figuri di nostra conoscenza che stanno ora tentando di rigirare di nuovo le carte”.(''We just have be careful about some people we know and who are now trying to turn the cards back.'' A mistrust born two years earlier when in 1938, the painter was even ''warned'' by the fascist police for his frequent '' use of prostitute'' and avoided being deported to the confines. A letter almost prophetically, that anticipates what would happen to him in 1943, when Rosai is subjected to a brutal aggression, this time by anti-fascists who see in him a supporter of the regime but ignore the humiliations he suffered by those.
Carta de Ottone Rosai dirigida a Mino Maccari. Fecha : 30 de diciembre de 1940, Florencia. Dimensiones: 23x14 cm. Buen estado, salvo una pequeña falta en la parte inferior izquierda y en la parte central derecha. Ottone Rosai participó de joven en las actividades del grupo futurista, pero su personalidad se expresó plenamente sólo después de la guerra (en la que también participó, febrilmente, en las ideas futuristas). Se inspiró en la obra de Cézanne entre los Modernos y de Giotto y Masaccio entre los Antiguos. Ha producido un repertorio de escenas humildes: trabajadores en la taberna, callejuelas entre muros, escenas de la vida cotidiana. Por un lado, este estilo le ha dado un cierto recelo a la crítica, pero por otro lado hay que reconocerle la capacidad de escapar de cualquier retórica cuando no era fácil hacerlo. De hecho, en la carta dirigida a Mino Maccari, un viejo amigo y colega que conoció en 1925 y con el que había colaborado, escribe: "Bisogna solo guardarsi da figuri di nostra conoscenza che stanno ora tentando di rigirare di nuovo le carte" Una desconfianza nacida dos años antes, cuando en 1938, el pintor fue incluso ''advertido'' por la policía fascista por su frecuente ''uso de la prostitución'' y evitó ser deportado a los confines. Una carta casi profética, que anticipa lo que le ocurrirá en 1943, cuando Rosai es objeto de una brutal agresión, esta vez por parte de los antifascistas que ven en él un partidario del régimen pero ignoran las humillaciones que sufrió por parte de aquellos.
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