Beautiful play table in walnut veneer mounted on oak, double tray, unveiling a beautiful double tray in bramble of Thuya, set with a lovely and sober milestone of lemon and Sycamore wood.
The tray slides forward and unfolds to double its surface and offers a consequent game space covered with ivory color fabric.
It rests on a column foot, with a decorative niche, all on a square base.
Closed, it's a lovely console along a wall and can very easily make an extra table for discounted spaces.
Time: Art Deco
Circa: 1925 - 1930
Dimensions: Height: 73cm x Width: 85 x Depth: 55cm
Dimensions Open Tray: 110 x 110cm
Its clean lines and chosen woods are undoubtedly the work of decorators in vogue at this time, such André Dominé and Marcel Genevriere of the Dominique House or a special order drawn by Jacques Émile Ruhlmann.
These furniture manufacturers begin above all visionaries, they were looking for refinement, excellent in perfect finishing techniques.
They did not just look for the functionality, as many at that time, but also sought style creation.
They perfected their techniques and destined their furniture with rich industrialists, politicians and characters of high society.
Preciosa mesa de juego en chapa de nogal montada sobre roble, bandeja doble, desvelando una preciosa bandeja doble en zarza de Thuya, ambientada con un precioso y sobrio hito de madera de limón y sicomoro.
La bandeja se desliza hacia adelante y se despliega para duplicar su superficie y ofrece un espacio de juego consecuente cubierto con tela color marfil.
Descansa sobre un pie de columna, con una hornacina decorativa, todo ello sobre una base cuadrada.
Cerrada, es una encantadora consola a lo largo de una pared y puede convertirse muy fácilmente en una mesa adicional para espacios reducidos.
Época: Art Decó
Circa: 1925 - 1930
Dimensiones: Alto: 73cm x Ancho: 85 x Profundidad: 55cm
Dimensiones Bandeja abierta: 110 x 110cm
Sus líneas limpias y sus maderas escogidas son sin duda obra de decoradores en boga en esta época, como André Dominé y Marcel Genevriere de la Casa Dominique o un encargo especial de Jacques Émile Ruhlmann.
Estos fabricantes de muebles comienzan sobre todo visionarios, buscaban el refinamiento, excelente en las técnicas de acabado perfecto.
No sólo buscaban la funcionalidad, como muchos en ese momento, sino que también buscaban la creación de estilo.
Perfeccionaron sus técnicas y destinaron sus muebles a ricos industriales, políticos y personajes de la alta sociedad.
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