A rare 19th century Tibetan bronze statue depicting the Buddha in the 'healing' posture. He is depicted with a happy and relaxed expression, like the gaze of a carefree person who is doing good, rising above human nature.
This statue is ideal for inspiring décor and for lovers of Asian art. The story goes that Prince Gautama Siddhartha was the son of Mayadevi and Suddhodana the Sakya king of Kapilavastu. At court, the young Siddhartha led a joyful and carefree life, married Yasodhara and had a son, Rahula. On his way out of the palace he met an old man, then a sick man and finally a dead man. Those encounters showed him that there was no escape for anyone, king or pauper, from the suffering of existence. Eventually he met a mendicant monk and decided to leave the palace, abandoning everything he owned to find a spiritual path that would lead to liberation from suffering. For six years he devoted himself to extreme asceticism on the banks of the river Nairanjara; finally, not having obtained the hoped-for fruits, he renounced those practices and sat under the bodhi tree in Bodhgaya, determined not to leave it until enlightenment. Mara, the lord of demons, tried to tempt him with the three chief passions. To lure him into ignorance, he told him that his father was dead and that the kingdom had fallen into the hands of the evil Devadatta; to conquer him with desire, he sent his daughters to seduce him; to overwhelm him with hatred, he unleashed against him hosts of demons, monsters and spirits that were his armies, but none of this disturbed his contemplation. Siddhartha then touched the earth to witness his victory. Then, cleansed of all darkness, he attained awakening, the knowledge of the true condition of all phenomena and became Buddha. The Buddha then went to the deer park of Sarnath, near Benares, where he expounded the first teaching for the benefit of human beings. In order to show them the impermanence of all phenomena, after becoming seriously ill, the Buddha stretched out on his right side and in the posture of a lion displayed Parinirvana.
This statue is ideal for creating history in the home.
Rara estatua tibetana de bronce del siglo XIX que representa a Buda en la postura de "curación". Se le representa con una expresión feliz y relajada, como la mirada de una persona despreocupada que hace el bien, elevándose por encima de la naturaleza humana.
Esta estatua es ideal para inspirar la decoración y para los amantes del arte asiático. La historia cuenta que el príncipe Gautama Siddhartha era hijo de Mayadevi y Suddhodana, el rey sakya de Kapilavastu. En la corte, el joven Siddhartha llevaba una vida alegre y despreocupada, se casó con Yasodhara y tuvo un hijo, Rahula. Al salir del palacio se encontró con un anciano, luego con un enfermo y finalmente con un muerto. Estos encuentros le mostraron que nadie, ni rey ni mendigo, puede escapar del sufrimiento de la existencia. Finalmente, conoció a un monje mendicante y decidió dejar el palacio, abandonando todo lo que poseía para encontrar un camino espiritual que le llevara a liberarse del sufrimiento. Durante seis años se dedicó al ascetismo extremo en las orillas del río Nairanjara; finalmente, al no obtener los frutos esperados, renunció a esas prácticas y se sentó bajo el árbol bodhi de Bodhgaya, decidido a no abandonarlo hasta la iluminación. Mara, el señor de los demonios, trató de tentarlo con las tres principales pasiones. Para atraerlo a la ignorancia, le dijo que su padre había muerto y que el reino había caído en manos del malvado Devadatta; para conquistarlo con el deseo, envió a sus hijas a seducirlo; para abrumarlo con el odio, desató contra él huestes de demonios, monstruos y espíritus que eran sus ejércitos, pero nada de esto perturbó su contemplación. Siddhartha tocó entonces la tierra para presenciar su victoria. Entonces, limpio de toda oscuridad, alcanzó el despertar, el conocimiento de la verdadera condición de todos los fenómenos y se convirtió en Buda. El Buda se dirigió entonces al parque de los ciervos de Sarnath, cerca de Benarés, donde expuso la primera enseñanza en beneficio de los seres humanos. Para mostrarles la impermanencia de todos los fenómenos, tras enfermar gravemente, Buda se estiró sobre su lado derecho y en la postura de un león mostró el Parinirvana.
Esta estatua es ideal para crear historia en el hogar.
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