Stunning writing desk hand-made in Italy in the mid 1700s using walnut. This really is the mother of all Italian scrivanie (writing desks): its lines, details and overall look make it a perfect piece for whoever is looking for a classical piece that can stand front and center in an office. This, honestly, is the type of writing desk that may actually make me sit down and start doing my taxes, or at least act like I am doing them!
The writing desk is simple and elegant with long tapered legs, inset drawers and a straight edge top. The top is made of two book-matched boards and decorated with a rectangular inlay of walnut and satinwood. On the front the desk features five drawers: a large central one and four smaller ones, two on each side. The drawers create a nook for a person to sit and work. On top of the central drawer a small writing surface slides out, if needed. The drawer fronts all all decorated with the same inlay found on the top (and on the sides), and all have wooden shield escutcheons as well as hand-made dovetail joints. The part that sets this writing desk away from the rest and truly shows that it was made by and for someone really attentive to details is the back. In fact, the back of the desk is decorated with faux drawers that look exactly like the ones in the front, making this a perfectly well-balanced piece of furniture that can potentially sit in the middle of a room.
Impresionante escritorio de nogal fabricado a mano en Italia a mediados del siglo XVIII. Se trata realmente de la madre de todas las scrivanie italianas (escritorios): sus líneas, detalles y aspecto general lo convierten en una pieza perfecta para quien busque una pieza clásica que pueda ocupar un lugar destacado en un despacho. Sinceramente, este es el tipo de escritorio que puede hacer que me siente y empiece a hacer la declaración de la renta, ¡o al menos que actúe como si la estuviera haciendo!
El escritorio es simple y elegante, con largas patas cónicas, cajones empotrados y una tapa de borde recto. La parte superior está formada por dos tableros a juego y decorada con una incrustación rectangular de nogal y madera de satén. En la parte frontal, el escritorio presenta cinco cajones: uno grande central y cuatro más pequeños, dos a cada lado. Los cajones crean un rincón para sentarse y trabajar. Encima del cajón central se desliza una pequeña superficie para escribir, si es necesario. Los frentes de los cajones están decorados con las mismas incrustaciones que la parte superior (y los laterales), y todos tienen escudos de madera y juntas de cola de milano hechas a mano. La parte que distingue a este escritorio del resto y que realmente demuestra que fue fabricado por y para alguien realmente atento a los detalles es la parte trasera. De hecho, la parte trasera del escritorio está decorada con cajones de imitación que tienen exactamente el mismo aspecto que los de la parte delantera, lo que lo convierte en un mueble perfectamente equilibrado que potencialmente puede situarse en el centro de una habitación.
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