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Eduardo Chillida - Original Lithograph 1982 Dimensions: 38 x 28 cm Printed signature Source: Derrière le miroir (DLM) 250 Text on verso, no show-through Eduardo Chillida was born on January 10, 1924, in San Sebastián, Spain. He began his career in 1943 studying architecture at the University of Madrid, but in 1947 he turned to drawing and sculpture and by 1948 had moved to Paris, then the world capital of the arts. Although he abandoned his studies, his oeuvre betrays his architectural training, displaying an underlying sense of structural organization as well as discipline in materials, planning of spatial relationships, and scaling of elements. Through the years the artist turned to materials that informed his investigations of conceptual questions and metaphysical concerns. Chillida’s early attempts in stone and plaster oscillated between the human and the natural world using figures and landscape imagery. His return to Spain’s Basque country in 1951 signaled a change in vision and medium, focusing more on the metamorphosis of space and the definition of spatial volume through form. Chillida soon abandoned the plaster he had used in his Paris works in favor of iron, then wood and steel. These materials represent Basque traditions in industry, architecture, and agriculture, as well as recall the landscape and “black light” of the region. Travels to Greece; Rome, Umbria, Tuscany, all in Italy; and Provence in France in the 1960s ignited what would be a lifelong interest in the relationship between light and architecture. Chillida began using alabaster for its illuminated yet veiled appearance, such as in the sculpture How profound is the Air (1996). Despite his use of varied mediums, Chillida’s intentions of simplicity and balance never allowed for the material to take on a form foreign to its nature. Consistently driven by the quality of space, density, and rhythm, his works consider ways in which mass and volume contain space. His public works, which exist on a more massive scale, not only inhabit space but also determine a qualifying space of their own. Major retrospectives of Chillida’s graphic and sculptural work have been mounted by the Museum of Fine Arts, Houston (1966); Carnegie Institute, Pittsburgh (1979); National Gallery of Art, Washington, D.C. (1979); Guggenheim Museum (1980); Palacio de Miramar, San Sebastián (1992); and Museo nacional centro de arte Reina Sofía, Madrid (1999). Chillida’s monumental sculptures designed for both urban and more reclusive spaces are permanently installed internationally and comprise a major facet of his artistic production. Chillida received numerous awards, including the Grand International Sculpture Prize at the Venice Biennale (1958), Kandinsky Prize (1960), Carnegie Prize for Sculpture (1964), Andrew Mellon Prize (1978, with Willem de Kooning), Grand Award for Arts in France (1984), and Jack Goldhill Award from the Royal Academy of Arts in London (1996). In 2000, the Chillida-Leku Museum, a monographic exhibition space, opened in San Sebastián. Chillida died in San Sebastián on August 19, 2002.
Eduardo Chillida - Litografía original 1982 Dimensiones: 38 x 28 cm Firma impresa Fuente: Derrière le miroir (DLM) 250 Texto en el reverso, no se ve Eduardo Chillida nació el 10 de enero de 1924 en San Sebastián, España. Comenzó su carrera en 1943 estudiando arquitectura en la Universidad de Madrid, pero en 1947 se decantó por el dibujo y la escultura y en 1948 se trasladó a París, entonces capital mundial de las artes. Aunque abandonó sus estudios, su obra delata su formación arquitectónica, ya que muestra un sentido subyacente de la organización estructural, así como la disciplina de los materiales, la planificación de las relaciones espaciales y la escala de los elementos. A lo largo de los años, el artista se orientó hacia los materiales, lo que le permitió investigar cuestiones conceptuales y metafísicas. Los primeros intentos de Chillida en piedra y yeso oscilaban entre el mundo humano y el natural, utilizando figuras e imágenes de paisajes. Su regreso al País Vasco en 1951 supuso un cambio de visión y de medio, centrándose más en la metamorfosis del espacio y en la definición del volumen espacial a través de la forma. Chillida pronto abandonó el yeso que había utilizado en sus obras de París en favor del hierro, y luego de la madera y el acero. Estos materiales representan las tradiciones vascas en la industria, la arquitectura y la agricultura, además de recordar el paisaje y la "luz negra" de la región. Los viajes a Grecia, Roma, Umbría y Toscana, todos ellos en Italia, y la Provenza en Francia, en la década de 1960, encendieron lo que sería un interés de por vida en la relación entre la luz y la arquitectura. Chillida comenzó a utilizar el alabastro por su aspecto iluminado pero velado, como en la escultura Qué profundo es el aire (1996). A pesar de su uso de diversos medios, las intenciones de Chillida de simplicidad y equilibrio nunca permitieron que el material adoptara una forma ajena a su naturaleza. Sus obras, siempre impulsadas por la calidad del espacio, la densidad y el ritmo, consideran las formas en que la masa y el volumen contienen el espacio. Sus obras públicas, que existen a una escala más masiva, no sólo habitan el espacio, sino que determinan un espacio calificado propio. El Museo de Bellas Artes de Houston (1966), el Carnegie Institute de Pittsburgh (1979), la National Gallery of Art de Washington (1979), el Museo Guggenheim (1980), el Palacio de Miramar de San Sebastián (1992) y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (1999) han organizado importantes retrospectivas de la obra gráfica y escultórica de Chillida. Las esculturas monumentales de Chillida, concebidas tanto para espacios urbanos como para espacios más recónditos, están permanentemente instaladas a nivel internacional y constituyen una faceta importante de su producción artística. Chillida ha recibido numerosos galardones, como el Gran Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Venecia (1958), el Premio Kandinsky (1960), el Premio Carnegie de Escultura (1964), el Premio Andrew Mellon (1978, con Willem de Kooning), el Gran Premio de las Artes de Francia (1984) y el Premio Jack Goldhill de la Real Academia de las Artes de Londres (1996). En 2000 se inauguró en San Sebastián el Museo Chillida-Leku, un espacio expositivo monográfico. Chillida murió en San Sebastián el 19 de agosto de 2002.
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