Oil painting on canvas. Signed and dated down.
The composition offers a vase with white calles, on a background of drapery and evenly blue tablecloth.
Born in 1895 in Virgilio, in the province of Mantua, - From whose addition to the surname of the toponym probably free at the Latin poet - Ugo Celada studied first at the Academy of Fine Arts of Mantua and then go to the Academy of Brera di Milan as a student of Caesar Heel.
After the parenthesis of the First World War, to which he participated as a volunteer, he devoted himself completely to the pictorial research, staying also in Paris to study and deepen the new artistic trends.
Already in 1920 he participated in the Venice Biennale, revealing his tendency to a lenticular realism immediately, played on the transparency of the bright and clean color, and on the meticulous research of precision.
Nature death, bare, portraits, trompe l'oeil, came from him inserted in almost surreal contexts but very close to reality, in enigmatic atmospheres defined with a clear and precise design.
At the beginning of the 1930s Celada ruppe definitely with the current nine hundreder and founded an anti-innovecentist manifesto in Mantua, in which he attacked the monopoly of regime culture, and rather approached magical realism and the new objectivity of Coevo Sciltian.
Since then, every exposure has avoided (it was one of the few successful artists not to be compromised with fascist culture and its celebration), living thanks to the orders of the Milanese bourgeoisie who loved it, and devoting himself exclusively to a pictorial research based on the objective description of the Reality, which resulted in 1959 in the foundation of the movement of objectivists.
He continued to paint up to the late age, dying in Varese at the age of a hundred years.
The painting of Celada is capable of blocking reality over time and space, in a way that appears detached, analytical and scientifically accurate (colors, reflexes, transparencies), but communicating - contrary to a total unreality - a great narrative pathos.
The painting presented here belongs to the last production of Celada, where strong chromaticity, almost surreal, flanked by the descriptive realism.
The work is presented in the frame.
Pintura al óleo sobre lienzo. Firmado y fechado abajo.
La composición ofrece un jarrón con calles blancas, sobre un fondo de paños y mantel azul uniforme.
Nacido en 1895 en Virgilio, en la provincia de Mantua, - De cuya adición al apellido del topónimo probablemente libre en el poeta latino - Ugo Celada estudió primero en la Academia de Bellas Artes de Mantua y luego ir a la Academia de Brera de Milán como un estudiante de César Talón.
Tras el paréntesis de la Primera Guerra Mundial, en la que participó como voluntario, se dedicó por completo a la investigación pictórica, permaneciendo también en París para estudiar y profundizar en las nuevas tendencias artísticas.
Ya en 1920 participó en la Bienal de Venecia, revelando inmediatamente su tendencia a un realismo lenticular, jugado sobre la transparencia del color brillante y limpio, y sobre la búsqueda minuciosa de la precisión.
Muerte de la naturaleza, desnudos, retratos, trampantojos, salieron de él insertados en contextos casi surrealistas pero muy cercanos a la realidad, en atmósferas enigmáticas definidas con un diseño claro y preciso.
A principios de los años 30, Celada rompe definitivamente con la corriente noventayochista y funda en Mantua un manifiesto antiinnovecentista, en el que ataca el monopolio de la cultura del régimen, y se acerca más bien al realismo mágico y a la nueva objetividad de Coevo Sciltian.
Desde entonces, evitó toda exposición (fue uno de los pocos artistas de éxito que no se comprometió con la cultura fascista y su celebración), viviendo gracias a las órdenes de la burguesía milanesa que lo amaba, y dedicándose exclusivamente a una investigación pictórica basada en la descripción objetiva de la Realidad, que dio lugar en 1959 a la fundación del movimiento de los objetivistas.
Continuó pintando hasta una edad tardía, muriendo en Varese a la edad de cien años.
La pintura de Celada es capaz de bloquear la realidad en el tiempo y en el espacio, de una manera que parece distanciada, analítica y científicamente precisa (colores, reflejos, transparencias), pero comunicando -en contra de una irrealidad total- un gran patetismo narrativo.
El cuadro que aquí se presenta pertenece a la última producción de Celada, donde el fuerte cromatismo, casi surrealista, está flanqueado por el realismo descriptivo.
La obra se presenta en el marco.
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