Two paintings by Ugo Pozzo from the 1920s, tempera on cardboard.
Ugo Pozzo was born in Turin on July 5, 1900. from 1919 to 1921 he began to exhibit his first futurist paintings with Tullio Alpinolo Bracci and Luigi Colombo (Fillia). These were almost clandestine exhibitions held in basements, clubs and dance halls on the outskirts of the city. In 1922 his paintings were exhibited at the first National Caricature Exhibition at the Garden Club in Turin, where highly reputable artists were present as “caricaturists”. On March 5, 1923 he founded the Futurist Group of Turin with Fillia and Bracci and from that moment began an active and constant participation in the most important futurist art exhibitions of the time, both Italian and international. In 1927, “after hard battles and heated polemics”, Pozzo and his futurist friends conquered a room at the Quadriennale della Promotrice di Torino, where the largest and most complete Exhibition of Futurist Art of the time was held, a prelude to subsequent participations in the Venice Biennale.
His talent found expression not only in the field of painting but also in sculpture, caricature, advertising and editorial graphics, furniture, animated films and the design and production of wooden toys. Between 1931 and 1932 he stayed and worked in Paris where, thanks also to the help of Prampolini, he was employed as a designer and cartoonist at Edizioni Montparnasse and some newspapers. Ezio Gianotti wrote about him: “First Fillia’s assistant and close collaborator, and then his de facto replacement in the direction and management of the Group, Ugo Pozzo appears in the framework of the values of the Turin Futurist movement as a leading figure: certainly among its members the most gifted and (with Fillia) most talented man. Fillia-Pozzo, a truly singular copy, which nevertheless recalls, and for many affinities, the other more famous one (Boccioni – Balla) of the Futurism of 1910”. In 1940 Filippo Tommaso Marinetti defined him, in an impassioned portrait in Il Meridiano di Roma, “an ingenious globaliser of Turin”.
After the Second World War, once the Futurist season was over, Pozzo continued to develop his pictorial research in solitude, passing through pioneering informal experiments, until the recovery and reinterpretation of the personal style that had characterised his Futurist works. Starting from the 1960s, he resumed, with a certain consistency, his exhibition activity, holding several solo exhibitions in Turin, Milan, Rome, Genoa and Venice, until his death in Turin in 1981.
His shy and modest character, the poor circulation of his works in the post-war period and some incomprehensible “oversights” by critics, contributed to obscuring his memory, preventing his correct placement and full recognition in the context of the so-called Second Futurism.
Dos cuadros de Ugo Pozzo de los años veinte, témpera sobre cartón.
Ugo Pozzo nació en Turín el 5 de julio de 1900. De 1919 a 1921 comenzó a exponer sus primeros cuadros futuristas con Tullio Alpinolo Bracci y Luigi Colombo (Fillia). Se trataba de exposiciones casi clandestinas celebradas en sótanos, clubes y salas de baile de las afueras de la ciudad. En 1922, sus cuadros se expusieron en la primera Exposición Nacional de Caricaturas en el Garden Club de Turín, a la que acudieron artistas de gran reputación en calidad de "caricaturistas". El 5 de marzo de 1923 fundó el Grupo Futurista de Turín con Fillia y Bracci y a partir de ese momento comenzó una participación activa y constante en las exposiciones de arte futurista más importantes de la época, tanto italianas como internacionales. En 1927, "tras duras batallas y acaloradas polémicas", Pozzo y sus amigos futuristas conquistaron una sala en la Quadriennale della Promotrice di Torino, donde se celebró la mayor y más completa Exposición de Arte Futurista de la época, preludio de posteriores participaciones en la Bienal de Venecia.
Su talento encontró expresión no sólo en el campo de la pintura, sino también en la escultura, la caricatura, la publicidad y la gráfica editorial, el mobiliario, las películas de animación y el diseño y producción de juguetes de madera. Entre 1931 y 1932 permaneció y trabajó en París donde, gracias también a la ayuda de Prampolini, se empleó como diseñador y caricaturista en Edizioni Montparnasse y en algunos periódicos. Ezio Gianotti escribió sobre él "Primero asistente y estrecho colaborador de Fillia, y luego su sustituto de facto en la dirección y gestión del Grupo, Ugo Pozzo aparece en el marco de los valores del movimiento futurista turinés como una figura destacada: sin duda entre sus miembros el hombre más dotado y (con Fillia) de más talento. Fillia-Pozzo, un ejemplar verdaderamente singular, que sin embargo recuerda, y por muchas afinidades, al otro más famoso (Boccioni - Balla) del Futurismo de 1910". En 1940 Filippo Tommaso Marinetti le definió, en un apasionado retrato en Il Meridiano di Roma, "ingenioso globalizador de Turín".
Tras la Segunda Guerra Mundial, una vez finalizada la temporada futurista, Pozzo continuó desarrollando su investigación pictórica en solitario, pasando por pioneros experimentos informales, hasta la recuperación y reinterpretación del estilo personal que había caracterizado sus obras futuristas. A partir de los años sesenta, reanudó, con cierta constancia, su actividad expositiva, celebrando varias muestras individuales en Turín, Milán, Roma, Génova y Venecia, hasta su muerte en Turín en 1981.
Su carácter tímido y modesto, la escasa difusión de sus obras en la posguerra y algunos "olvidos" incomprensibles por parte de la crítica, contribuyeron a oscurecer su memoria, impidiendo su correcta ubicación y pleno reconocimiento en el contexto del llamado Segundo Futurismo.
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