Trinidad Teak Dining Chairs by Nanna Ditzel for Fredericia Stolefabrik Denmark 1990s
When designing the Trinidad Chair Model 3298 in 1993, Danish designer Nanna Ditzel found inspiration in the elaborate fretwork from the Gingerbread Facades that she had seen in the colonial architecture while travelling through Trinidad. Much like the facades, the cut-out fretwork of the chair triggers an interplay of light and shadows, creating a pattern projected into space and a subtle sense of motion.
with the Trinidad Chair, instead of eliminating any ornamentation, which was part of the Modernist mantra, Ditzel did the opposite. She kept the ornamentation as the focal point in a distinctive chair that challenged the prevailing design dogma at the time.
The cut-outs featured in the curved shell not only function as a decorative element, they also dramatically lighten the visual density of the chair.
What’s more, the lightweight design allows for hours of seating comfort, able to suit any setting as well the person who sits in it. The fretwork ensures that the body is always ventilated and the chair is always kept at room temperature. At the same time, it provides excellent acoustics where sound resonance should be reduced. Consequently, the Trinidad Chair has become a popular choice for concert halls and auditoriums, as well as private homes.
Given its graphic fretwork and almost transparent presence, the Trinidad Chair was an immediate success when it was first introduced and was a key driver during the renewal of Danish design in the 90s.
While the Trinidad Chair represents a Post-Modernism milestone in the history of plywood chairs, it has a captivating appeal that continues to resonate with contemporary design enthusiasts around the world.
This a very rare version of the Trinidad chair with seat and back in teak and frame in galvanized steel. Making it suitable not only for indoor use but also as a patio or garden chair outdoor.
The chairs are stackable, and won't take up much space when not in use.
Very good condition. Only a few small nicks on edges. Beautiful patina and teak color.
Sillas de comedor de teca Trinidad de Nanna Ditzel para Fredericia Stolefabrik Dinamarca años 90
Al diseñar la silla Trinidad modelo 3298 en 1993, la diseñadora danesa Nanna Ditzel se inspiró en el elaborado calado de las fachadas de pan de jengibre que había visto en la arquitectura colonial durante su viaje por Trinidad. Al igual que las fachadas, el calado de la silla provoca un juego de luces y sombras, creando un patrón proyectado en el espacio y una sutil sensación de movimiento
con la silla Trinidad, en lugar de eliminar cualquier ornamentación, que formaba parte del mantra modernista, Ditzel hizo lo contrario. Mantuvo la ornamentación como punto focal en una silla distintiva que desafiaba el dogma de diseño imperante en la época
Los recortes que aparecen en la carcasa curvada no sólo funcionan como elemento decorativo, sino que aligeran drásticamente la densidad visual de la silla
Además, su ligereza permite disfrutar de horas de confort en el asiento, capaz de adaptarse a cualquier entorno, así como a la persona que se sienta en él. El calado garantiza que el cuerpo esté siempre ventilado y que la silla se mantenga siempre a temperatura ambiente. Al mismo tiempo, proporciona una excelente acústica cuando la resonancia del sonido debe reducirse. En consecuencia, la silla Trinidad se ha convertido en una opción popular para las salas de conciertos y auditorios, así como para los hogares
Gracias a su calado gráfico y a su presencia casi transparente, la Silla Trinidad tuvo un éxito inmediato cuando se presentó por primera vez y fue un motor clave durante la renovación del diseño danés en los años 90.
Aunque la silla Trinidad representa un hito del posmodernismo en la historia de las sillas de madera contrachapada, tiene un atractivo cautivador que sigue resonando entre los entusiastas del diseño contemporáneo de todo el mundo.
Esta es una versión muy rara de la silla Trinidad con asiento y respaldo de teca y estructura de acero galvanizado. Lo que la hace adecuada no sólo para su uso en interiores, sino también como silla de patio o jardín en exteriores
Las sillas son apilables y no ocupan mucho espacio cuando no se utilizan.
Muy buen estado. Sólo algunas pequeñas mellas en los bordes. Bonita pátina y color de teca.
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