Silla Lc95a de Maarten Van Severen para Atelier MVS, Bélgica, 1995

Presentamos algo realmente excepcional: la silla baja LC95A, una pieza única del diseñador belga Maarten Van Severen, fabricada en su taller de Gante en 1995. Van Severen se dedicó en cuerpo y alma a la experimentación en su taller, donde producía piezas únicas antes de colaborar con fabricantes industriales a mediados de los años noventa. Esto hace que las primeras obras de su taller sean increíblemente raras. La silueta de la silla recuerda a la Loop Chair de Willy Guhl de 1954. Está fabricada con una única lámina de aluminio de 50 cm de ancho que se pliega en un asiento flexible y bajo, con almohadillas de goma debajo para mayor comodidad.
con su llamativo acabado azul, esta pieza es única, ¡una auténtica pieza de coleccionista! Se presenta en perfecto estado original, con algunos pequeños arañazos que demuestran su historia.

Maarten Van Severen (1956 - 2005) fue un célebre diseñador de muebles y arquitecto de interiores belga. Procedente de un entorno familiar artístico, con su padre, el pintor abstracto Dan Van Severen, y su hermano, el diseñador Fabiaan Van Severen, comenzó sus estudios de arquitectura en Gante antes de adentrarse en el diseño de muebles en 1986. Más allá del diseño de muebles, los intereses de Van Severen se extendieron a la interacción entre mobiliario y entornos arquitectónicos. Esto le llevó a colaborar con el arquitecto holandés Rem Koolhaas, lo que dio lugar a proyectos notables como la Villa Dall'Ava de París, la Biblioteca Pública de Seattle y la Casa da Música de Oporto. También contribuyó a los espacios públicos del Van Abbemuseum de Eindhoven y realizó su primer y último proyecto arquitectónico completo, un pabellón cocina para el negocio de catering de los gemelos Boxy en Deurle. Los diseños de Van Severen irradian elegancia sin esfuerzo, con una meticulosa atención al detalle.
La fuerza de sus diseños reside en la tensión entre sus formas arquetípicas y la intensidad con la que los elaboraba, al principio a mano y más tarde empleando métodos semiindustriales e industriales. El proceso de elaboración artesanal hacía especial hincapié en las cualidades naturales y táctiles del material. La poesía anacrónica de este enfoque resonaba profundamente: la lentitud, el contacto físico con las materias primas, la honestidad, la sencillez... La madera se trataba únicamente con jabón, sin barniz protector ni colorantes. Su origen sigue siendo reconocible, lo que permite que el producto lleve las huellas del uso humano. Se anima a los usuarios a dejar arañazos y manchas en los muebles; estas huellas humanas enriquecen el objeto, añadiéndole un carácter único, un alma. Su obra es célebre en todo el mundo y figura en las colecciones permanentes de prestigiosas instituciones como el MoMA de Nueva York, el Centro Pompidou de París y el Victoria & Albert Museum de Londres.