Katerina Belkina, Cena tardía, 2015, Impresión con pigmento de archivo

Artista: Katerina Belkina
Título: Cena tardía
Técnica: Fotografía, Pintura digital
Año: 2015
Series: Repast
Dimensión: 38 x 50 cm
Edición: 8 + 2 pruebas de artista
Firma: en el reverso
Impresión: Archival Pigment Print on Hahnemühle Photo Rag Baryta, Dibond mount
Marco 39,4 x 51,4 x 3,5 cm, roble ahumado, cera antigua, cristal de museo con protección UV y revestimiento antirreflectante (Mirogard UV45 2 mm)

Concepto sobre el tríptico "Repast":
Repast es una alegoría de los ciclos de la vida. La ciclicidad caracteriza perfectamente a la humanidad y nuestra percepción del tiempo.

La Mañana (infancia) significa adquisición y acumulación. Al principio de la vida recibimos una cierta base y potencia tanto de nuestra familia como de la sociedad en la que vivimos. Aprendemos a reconocer la belleza que nos rodea y a sentirla: todo esto nos sirve para el resto de nuestra vida. Aunque el "desayuno" sea escaso en realidad física, suele estar lleno hasta los topes de tesoros intangibles como el amor, la fantasía, los descubrimientos, las impresiones fuertes y las primeras decepciones. En el "desayuno", la abundancia de productos lácteos es simbólica. La leche se asocia a la pureza y la virginidad. Los recuerdos de la leche materna siguen frescos. La plenitud que se ve es una exageración. El amarillo del zumo de naranja simboliza las emociones concentradas, el sabor de la vida, la alegría sincera y la energía de los niños. Un limón o una naranja significan la sed insaciable de acción, conocimiento y descubrimiento.

El Día (la juventud, la edad adulta): creación, destrucción, dar y recibir. La carne (la fruta) y el color rojo son símbolos de vida y sacrificio. La juventud es un periodo de gasto: unos construyen, otros destruyen. "Es tiempo de tirar piedras y de recogerlas. Todos hacemos sacrificios y lo damos todo en este momento de nuestras vidas. Más o menos.

La Tarde (edad, culminación) - contemplación, silencio. Una parte meditativa. Escasez de cena no significa escasez de vida, o pobreza. La mesa está puesta para una sola persona. Llegamos solos al final de nuestras vidas, y sin embargo nos fundimos cara a cara con lo divino en este mundo. Es un momento de transición en el que toda la materia se desvanece y pierde su significado. Creo que nuestro espíritu alcanza aquí su apogeo y que aceptamos o rechazamos por completo esta transición. El conjunto de elementos representados es sencillo: el pez es el símbolo de Cristo, la patata (el segundo pan) - el cuerpo que pierde el espíritu (vapor), el té negro - la bebida de los dioses y los sabios, no para calmar la sed simplemente, sino para la contemplación. La posición de las manos en el tríptico remite a la "Última Cena" de Leonardo da Vinci, en la que el maestro destacaba las manos. En este caso, se retiran al fondo e invitan al espectador a entrar en una u otra fase de la vida, pasada o futura.