Juego de querubines, 1740, óleo sobre lienzo

Espléndida pintura monocroma de la primera mitad del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo de extraordinaria calidad pictórica atribuible al pintor flamenco Jacob de Wit (1695-1754), carente de autenticidad. Especializado en la decoración de interiores en estilo rococó, trabajó principalmente entre Ámsterdam y Amberes y aún hoy muchos edificios conservan obras suyas. Miembro del Gremio de San Lucas, su firma estilística será el ilusionismo óptico. De hecho, en nuestro cuadro las figuras parecen tridimensionales, esculpidas en el espacio hasta tal punto que parecen un bajorrelieve. Todo ello mediante un uso magistral de la grisalla, una pintura monocroma que reproduce luces y sombras a través de varios tonos de gris. Una pintura muy agradable con Cupido en el centro de la escena junto a unas palomas, mientras unos putti muy tiernos juegan con su arco, lanzando flechas por todas partes. marco del siglo XX en madera tallada y dorada, bellamente decorado, con algunos signos de envejecimiento. Obra que ha sufrido una restauración con reentelado y sustitución del marco, en general en excelente estado de conservación. Medidas de la vista Al 110 x An 157 cm.