Ho Kan, Ton-Fan Group Composition, 1977, Taiwán, óleo sobre lienzo, enmarcado

Ho Kan
Nanjing 1932
"Composición, 1977"
Óleo sobre lienzo
Firmado abajo a la izquierda y fechado "(19)77".
Titulado al dorso
Imagen: 40 x 30 cm
Marco: 63 x 53 cm
Incluye 6 fotografías originales firmadas (23,7 x 17,5 cm) del artista suizo Rolf Hans de Ho Kan de 1995
Procedencia: Patrimonio de Rolf Hans, Basilea

Ho Kan es un pintor abstracto nacido en 1932 en Nanjing, China, y que pasó sus años de formación en Taiwán. En 1951 estudió arte moderno con Li Chun-shan, una experiencia que influyó profundamente en su forma de pensar sobre el arte. En 1957, Ho y sus siete colegas Li Yuan-chia, Wu Hao, Ou Yang Wen-yuan, Hsia Yang, Hsiao Chin, Tommy Chen y Hsiao Ming-hsien formaron el Grupo Ton-Fan, y fueron apodados los Ocho Grandes Proscritos por los medios de comunicación. Este nombre expresa plenamente la naturaleza dinámica y rebelde de estos jóvenes artistas, y su poder creativo, que aún hoy sigue impulsando el mundo del arte.
La mayoría de las primeras obras de Ho captaban "imágenes mentales" Las formas transmogrificadas de pájaros y bestias recorrían los espacios de sus cuadros, en un modo surrealista rebosante de misterio. Sus colores tendían a ser de saturación cromática media a baja y relativamente oscuros. Tras establecerse en Milán, profundizó en sus exploraciones surrealistas, aunque sus contornos tendían hacia la abstracción geométrica racional. Este fue un periodo de transición en la formación de su vocabulario artístico. En otras palabras, a partir de mediados de la década de 1960, Ho Kan se orientó hacia composiciones con bordes duros y un espíritu de poetismo visual. Estructuras compuestas de círculos y líneas de colores implicaban espacios que se movían en direcciones aleatorias e impredecibles, manifestando fuerzas que actuaban desde fuera del marco y expresando el significado de cosas externas al cuadro. El arte de Ho estaba claramente influido por la rica cultura italiana, y sus cuadros mostraban sutileza y contención. Desde la década de 1970 hasta hoy, sus colores se han vuelto cada vez más densos y brillantes, sus composiciones cada vez más delicadas y minimalistas, expresadas con frecuencia en puntos simétricos que se manifiestan espontáneamente y en segmentos de líneas rectas cortas que se superponen. A veces, las líneas y los campos se congelan en oposición mutua. Puntos y líneas centelleantes se materializan de repente, interrumpiendo una imagen tranquila y expansiva. Sin embargo, otras veces, descubrimos estos pequeños símbolos flexibles que sirven como un movimiento musical reensamblado de líneas caligráficas desmontadas.