We can call this Krobo bench designed by Tørbjorn Afdal a royal classic. His name became more widely known after Jackie O and the Japanese Emperor bought his furniture and is still a must for interiors with grandeur to this day. The elegance lies in the simplicity and downright beautiful proportions. The edge on the side of the seat is not only upright but also protrudes slightly further at the bottom and is missing on the ends. Its legs are also designed with an extreme sense of finesse and because of the curve, they are lifted just a centimeter from the floor in the middle. At the bottom of the bench are two metal brackets that connect the legs to the seating area at three points. The result is unprecedented robustness and increased load-bearing capacity. What makes this specific bench so special is the rosewood. The patina is truly fantastic, but the real beauty lies in the flame drawings on the seat. At both ends the drawing is dramatic and becomes calmer towards the middle. This produces a true spectacle and therefore attracts attention in the midst of all its modesty which is the strength of this design. The condition of this bench is good with scattered some light craquelure in the veneer. On one side the veneer has a slight bulge due to moisture damage from the past. The bench is marked on the underside with a Bruksbo sticker and stamp.
Este banco Krobo diseñado por Tørbjorn Afdal es un clásico de la realeza. Su nombre se hizo más conocido después de que Jackie O y el Emperador de Japón compraran sus muebles, y a día de hoy sigue siendo un imprescindible de los interiores con grandeza. La elegancia reside en la sencillez y en unas proporciones francamente bellas. El borde lateral del asiento no sólo es vertical, sino que sobresale un poco más en la parte inferior y falta en los extremos. Sus patas también están diseñadas con un sentido extremo de la delicadeza y, debido a la curva, se levantan apenas un centímetro del suelo en el centro. En la parte inferior del banco hay dos soportes metálicos que unen las patas a la zona de asiento en tres puntos. El resultado es una robustez sin precedentes y una mayor capacidad de carga. Lo que hace tan especial a este banco en concreto es el palisandro. La pátina es realmente fantástica, pero la verdadera belleza reside en los dibujos de llama del asiento. En ambos extremos, el dibujo es dramático y se vuelve más tranquilo hacia el centro. Esto produce un verdadero espectáculo y, por tanto, atrae la atención en medio de toda su modestia, que es el punto fuerte de este diseño. El estado de conservación de este banco es bueno, con ligeras craqueladuras dispersas en la chapa. En un lado la chapa tiene un ligero abultamiento debido a daños por humedad del pasado. El banco está marcado en la parte inferior con una pegatina y un sello de Bruksbo.
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